domingo, 16 de mayo de 2021

Poema CXVIII

 Habló la nube, y dijo:

-Soy y no soy. Estoy y ya dejé de estar. Nada es menos que yo, que no soy nada.

Habló la estrella, y dijo:

-Tampoco yo soy yo. Millones de años llevo de muerta cuando los sabios me dan nombres hermosos.

Habló el sueño, y dijo:

-Yo estoy más allá de la muerte, porque no he nacido todavía. Y aunque puedo quedarme sin nacer, soy ya más fuerte que la vida.

Entoces el hombre que escuchaba se sentó a llorar desoladamente. Todo lo que había contado como suyo no existía; su reino era un reino de fantasmas; su corazón, un corazón sin eco.

Y él, a cambio, había podido vivir y morir día tras día, por cosas que no morían ni vivían. 


Dulce María