lunes, 13 de agosto de 2012

Nostalgia

En griego, "regreso" se dice nostros. Algos significa "sufrimiento". La nostalgia es, pues, el sufrimiento causado por el deseo incumplido de regresar. La mayoría de los europeos puede emplear para esta noción fundamental una palabra de origen griego (nostalgia) y, además, otras palabras con raíces en la lengua nacional: en español decimos "añoranza"; en portugués, saudade. En cada lengua estas palabras poseen un matiz semántico distinto. Con frecuencia tan solo significan la tristeza causada por la imposibilidad de regresar a la propia tierra. Morriña del terruño. Morriña del hogar. En inglés sería homesickness, o en alemán Heimweh, o en holandés heimwee. Pero es una reducción espacial de esa gran noción. El islandés, una de las lenguas europeas más antiguas, distingue claramente dos términos: söknudur: nostalgia en su sentido general; y heimfra: morriña del terruño. Los checos, al lado de la palabra nostalgia tomada del griego, tienen para la misma noción su propio sustantivo: stesk, y su propio verbo; una de las frases de amor checas mas conmovedoras es styska se mi po tobe: "te añoro; ya no puedo soportar el dolor de tu ausencia". En español, "añoranza" proviene del verbo "añorar", que proviene a su vez del catalán enyorar, deribada del verbo latino ignorare (ignorar, no saber algo). A la luz de esta etimología, la nostalgia se nos revela como el dolor de la ignorancia. Estás lejos, y no sé que es de ti. Mi país queda lejos, y no sé qué ocurre en él. Algunas lenguas tienen dificultad con la añoranza: los franceses solo pueden expresarla mediante la palabra de origen griego (nostalgie) y no tienen verbo; pueden decir: je m'ennuie de toi (equivalente a "te echo de menos" o "en falta"), pero esta expresión es endeble, fría, en todo caso demasiado leve para un sentimiento tan grave.

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