jueves, 14 de marzo de 2019

Celebrando al amor en marzo

Marzo es el mes en que celebramos el día de la mujer, y pues lo tomaré como nuestro mes y seguiremos celebrándolo con una de las más grandes mujeres de las letras cubanas de todos los tiempos, y archiconocida aquí en el blog, Dulce María Loynaz.
Ella también se dio a la tarea de definir este sentimiento tan poderoso, y así lo hizo en sus versos muchas veces, poniendo como ejemplo una riquísima diversidad de recipientes del suyo propio. Esta vez lo hizo claramente, difiniendo al amor de una forma única y verdadera. Seguramente ya lo han leído antes, o al menos fragmentos de este poema, pues es muy citado y uno de los suyos más famosos, porque capta la escencia claramente.

Amor es...

Amar la gracia delicada
del cisne azul y de la rosa rosa;
amar la luz del alba
y de las estrellas que se abren
y la de las sonrisas que se alargan...
Amar la plenitud del árbol,
amar la música del agua
y la dulzura de la fruta
y la dulzura de las almas
dulces..., amar lo amable, no es amor;
Amor es ponerse de almohada
para el cansancio de cada día;
es ponerse de sol vivo en el ansia
de la semilla ciega que perdió
el rumbo de la luz, aprisionada
por su tierra... Amor es desenredar marañas
de caminos en la tiniebla:
¡Amor es ser camino y ser escala!
Amor es este amar lo que nos duele,
lo que nos sangra
por dentro...
Es entrarse en la entraña
de la noche y adivinarle
la estrella en germen... ¡La esperanza
de la estrella!... Amor es amar
desde la raíz negra.
Amor es perdonar; y lo que es más
que perdonar, es comprender...
Amor es apretarse a la cruz, y clavarse
a la cruz,
y morir, y resucitar...

¡Amor es resucitar!

Dulce María Loynaz


No hay comentarios:

Publicar un comentario