lunes, 6 de mayo de 2019

Queridos hijos

Como los brazos conmovidos del amor, hijo mío, la música de mi canción te envolverá.
Mi canto besará tu frente como una bendición.
Cuando estés solo, vendrá a tu lado y, dulcemente, repetirá su música en tu oído. Cuando estés entre la multitud, te mantendrá aislado en tu soledad.
Mi canción será una luz en tus pupilas y adentrará tu corazón hasta las fronteras de lo desconocido.
Será como la estrella fiel que brilla en lo alto, cuando la noche esconda tu camino.
Mi canción será una luz en tus pupilas y adentrará tu mirada hasta el secreto corazón de las cosas.
Y cuando mi voz enmudezca con la muerte, seguirás oyendo mi canción en tu corazón rebosante de vida.

Rabindranath Tagore

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