miércoles, 4 de noviembre de 2020

¿Por qué no yo?

Este poema lo escribí antaño cuando estaba recién emigrada, todavía lo leo y me conmueven estas preguntas, aunque ya no me las hago. Lo he superado. Fue un tiempo convulso en el que no me sentía capaz de moverme con mi queso. Al parecer la respuesta a todas ellas era: tiempo. Excepto quizás para la última.
Entiendo que pueden aplicarse a otras circunstancias agenas a la emigración, son pertinentes del cambio y de lo novedoso. Novedoso pero no feliz. Creo que en tales momentos, es normal hacerse estas preguntas, y la respuesta es para uds, como lo fue para mi, la misma: darse tiempo. 

¿Por qué no yo?

¿Por qué no puedo acostumbrarme a esta nueva vida?
¿Por qué, si el sentido común indica que es mejor?
¿Por qué no, si todos lo hacen? ¿Por qué no yo?
¿Por qué este sufrimiento y este pesar?
¿Por qué mi conciencia no asume la nueva realidad?
¿Por qué me aferro tan fuertemente al pasado?
¿Por qué mis ojos no ven más allá de estas lágrimas?
¿Por qué mis manos no sienten que está bien tocar?
¿Por qué el sonreír me parece traición?
¿Por qué este sol no calienta mis manos siempre frías?

No hay comentarios:

Publicar un comentario